jueves, 8 de diciembre de 2016

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA NO INFUNDIR MIEDO EN LOS NIÑOS AL VISITAR AL ODONTÓLOGO?

  • Dar un ejemplo positivo.


Los padres, familiares, maestros y demás adultos que rodean a nuestros niños deben de dar el ejemplo positivo cuando hablamos de visitar al odontólogo. Una forma de hacer esto es llevando a su hijo a su cita de limpieza y chequeo general para que éste vea que mamá y papá también van al odontólogo. 



  • No hablar de nuestras experiencias negativas al frente de los niños.

Muchos padres tienen historias de horror de alguna visita al dentista. Si el niño escucha estas historias es natural que antes de llegar al odontólogo va a presentar miedo y ansiedad. Evitemos comentarios en nuestras casas y consultorios dentales como; “doctora yo odio los odontólogos”, “doctora a mi me amarraron cuando era pequeño y quedé traumatizado por el resto de mi vida”. La realidad es que no odiamos los dentistas; lo que sí odiamos son las malas experiencias que hemos pasado por falta de un buen cuidado dental y de prevención de enfermedad dental.


  • Hablemos positivamente del dentista.

Es nuestra responsabilidad como padres encargarnos de la buena salud oral de nuestros niños. Empecemos a cambiar el estigma de la imagen de los odontólogos en nuestra comunidad hablándoles a nuestros niños que el dentista es bueno porque nos ayuda a mantener nuestros dientes limpios y saludables para poder comer, sonreír y habla adecuadamente.

  • Juguemos al odontólogo.

Exhorto a los padres a jugar con sus hijos y con muñecos a ser odontólogos. El niño se puede disfrazar de odontólogo y limpiar los dientes de sus personajes favoritos y hasta mamá y papá pueden ser los pacientes o asistentes del odontólogo.
Juegos interactivos en el internet. Hoy en día la tecnología nos ayuda a enseñar y educar a nuestros niños.

  • Evitar vocabulario no deseado en el consultorio dental.

Muchos padres cuando están con sus hijos en el odontólogo utilizan palabras y frases que pueden preocupar y subir el nivel de ansiedad de sus hijos en la silla dental. Frases o palabras como; “te duele”, “doctora hay que ponerle una inyección”, ‘le va a sacar el diente”, “le va a saber malo”. Estas frases pueden ser modificadas por “te molesta un poco”, “doctora explíqueme que pasos conlleva este procedimiento”, “hay que remover el diente”, “a que sabe ese producto”.

  • Amenazas con el odontólogo.

Algunos padres y familiares todavía utilizan la técnica de amenazar al niño si se está portando mal. En las oficinas dentales todavía se escuchan frases como “si no te estas quieto le voy a decir a la doctora que te ponga una inyección”, o “si no te estas quieto le voy a decir a la doctora que te saque un diente”. Frases como estas hacen que el niño vea al odontólogo con miedo. Infundir estos miedos hace nuestro trabajo mas difícil en el momento de arreglar un diente 
Es hora de cambiar nuestra manera de pensar sobre el dentista. Hay que inculcarles a nuestros niños que el dentista es nuestro aliado para tener una boca sana y dientes saludables para poder comer nuestro alimentos favoritos. Es nuestra responsabilidad preparar los futuros pacientes adultos de nuestra sociedad para que a su vez ellos pasen un legado positivo sobre el odontólogo a sus hijos.



miércoles, 7 de diciembre de 2016

IMPORTANTE

Caries y transmisión de caries de padres a hijos


La caries es una enfermedad caracterizada por una serie de reacciones que provocan el reblandecimiento de los tejidos duros dentales y la posterior destrucción irreversible del diente, avanzando si no hay tratamiento, de la superficie al interior. 

Es una enfermedad infecciosa transmisible y la mayoría de los bebés la adquieren generalmente a través de la saliva de su madre, padre o de la persona encargada de cuidarlo.
La caries se puede producir, ya sea por falta de higiene o por un exceso de azúcares en la alimentación. Si estas bacterias se transmiten al bebé, poco a poco se van colonizando en su boca produciéndoles caries, incluso en los primeros dientes.
Se recomienda a las madres, padres, abuelos, hermanos y/o los cuidadores evitar la transmisión de bacterias de su saliva a la boca del niño, reduciendo ciertos hábitos, como compartir 
  • Utensilios con el bebé (cucharas, cepillos dentales)
  •  Limpiar el chupete con su saliva
  •  Enfriar la comida soplando sobre ella 
  •  Dar besos en la boca.


Es importante tener una buena higiene bucal.

• Lavarse los dientes de forma regular, por lo menos dos veces al día por la mañana y por la noche, de preferencia después de cada comida.

• No consumir demasiado azúcar y evitar las bebidas muy azucaradas como las gaseosas, los jarabes y los zumos de frutas.

• Consultar regularmente a su dentista con el fin de detectar una posible caries y tratarla en un estadío precoz.

• Revisiones dentales periódicas (cada 6 meses). 
• La atención preventiva ayuda a evitar que ocurran problemas.